De pronto hallé una atormentada costa. La historiografia local acredita la existencia de una base de submarinos nazis durante la segunda Gran Guerra. El Mariscal tenía su residencia en tan agreste zona, donde agasajaba a la oficilidad y, según la leyenda, su alma sigue vagando en el paraje. Fuentes más autorizadas sin embargo sostiene que el referido oficial pasó a Sudamerica desde este punto junto a sus camaradas cuando la victoria les fue adversa:
Siguiendo sus pasos me hallé entre dos mares: La península de Jandía, con sus playas de barlovento y Sotavento:
Frisando diciembre fuíme a playas tropicales
Hincheme de marisco aun en siendo el único ibérico de raza entre tanto germano (ni siquieran iban ataviados con un decente taparrabos), estos bárbaros están muñiguizados...
Harto de tanta aventura, decidí nombrar a la dicha ínsula Fuerteventura (topónimo después copiado al lado de Salou). Me fui al Spa que denominan el más importante de la Cristiandad y realicé diferentes baños, saunas, y relax.
Al final hiceme dar un masaje, más, en vez de doncella apareciose un gentil caballero de delicados modales...muy delicados. Jodióme los escasos doblones que me quedaban, pues mis targetas ya eran harto conocidas en la zona por su escasez de fondos y escasa fiabilidad. Fuime agradecido, mostrando el mozo cara de contrariedad cuando di por finalizado el masaje. Después caí en que igual entraba el "acabado", y yo, generoso, le pedi un vale pa darselo al Afaé.
Así que Xinea: Maricones haberlos haylos, pero no los busques en este intrépido patrón que, con esta aventura, emuló aquellos lejanos días cuando hace 11 años tomamos la Berbería en 16 (4x4).
Aventuñogo